Puede ser anunciante una empresa, una organización sin ánimo de lucro, la Administración pública - cuyo presupuesto le convierte en uno de los principales anunciantes-. incluso un individuo que, de manera particular, contrata un espacio en un medio para difundir su mensaje. El hecho de que realice por su cuenta la campaña o de que la encargue a una agencia no modifica su condición de anunciante, por tanto, nunca puede delegar la responsabilidad económica y jurídica que conlleva ser el ordenante final de esta actividad y del mensaje que se emite. Por último, no importa el ...BLA BLA Y BLA!!
Todo lo anterior es mera información, lo importante es saber diferenciar entre la importancia de la audiencia y la publicidad. Es cierto que una empresa informativa se debe a sus lectores, oyentes o telespectadores y sin su colaboración esa empresa no sería posible, ya que cuando un programa o diario no tiene audiencia, sería tirar el dinero ya que por amor al arte no se sustenta una empresa. Aquí es donde interviene la publicidad, su inversión en la empresa informativa para promocionar un producto es un gran sustento, sin el aporte económico de la publicidad muchas cadenas de televisión o mejor dicho, practicamente ninguna empresa informativa podría subir a flote.
Pero... ¿qué ocurre cuando un medio acaba cediendo a la publicidad? ¿solo publicidad en una empresa? JAMÁS!!, las empresas informativas deben saber donde está el limite publicitario, se debe saber cuando una inversión es factible y cuando se debe abandonar. Los anunciantes siempre querrán más y darán más dinero por un mayor y mejor espacio publicitario en la empresa informativa.
Si una empresa informativa no es capaz de víncular paralelamente el mercado de audiencia y el publicitario es mejor que renuncie o cambie sus objetivos empresariales.
Una derrota a tiempo puede ser una victoria en el futuro
Tienes toda la razón Raul! Jamás una empresa informativa debería doblegarse ante la publicidad. un saludo
ResponderEliminargracias por el coment^^,
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